Una letra. Un personaje. Una obsesión. Un vicio. Una línea.
domingo, 14 de febrero de 2010
Claro que uno puede decir no gracias. Pero te quiero ver. Porque si hay algo que reconocerle al souvenir es su fuerza. El souvenir se impone. Está ahí. Lo tenés en tu mano. Ahora es tuyo. O me querés o te la bancás.
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